Utiliza una excusa para hacer una normativa más restrictiva

No hay normativa comunitaria que obligue al Gobierno
a endurecer aún más su política de Extranjería

5 de junio de 2002

El Gobierno español ha vuelto a anunciar que reformará la Ley de Extranjería para hacerla aún más restrictiva, utilizando de nuevo como pantalla y como excusa una política europea de inmigración aún inexistente, al igual que hizo en la anterior reforma. España sigue el modelo italiano paso a paso, primero con la reforma laboral y ahora con la Ley de Extranjería. Para UGT, el Gobierno sigue culpabilizando a los inmigrantes, como a los desempleados, de su situación, unos por ser extranjeros pobres y otros por quedarse sin empleo.

 

El Gobierno español ha vuelto a utilizar como excusa la Unión Europea para justificar una nueva reforma de la Ley de Extranjería, reforma que endurecerá la norma, para que por fin ésta se adecue a la idea que el Partido Popular tiene de la inmigración y a la política que realmente quiere llevar a la práctica. Resulta curioso que solo hace un año, el Gobierno presumiera de que la Ley actual era la más avanzada de Europa.

Y nuevamente se miente a la sociedad española, difundiendo una idea de la inmigración y de las normas de extranjería que no son verdad. No hay normativa comunitaria que obligue al Gobierno español a modificar la ley para hacerla mas restrictiva, aunque el Presidente se haya empeñado durante la presidencia española de la Unión Europea en dar la imagen de que la inmigración es el tema que más preocupa al conjunto de los países de la Unión.

El primer anuncio de la reforma, hecho hace unos días por el propio Presidente, se centraba en la expulsión de los inmigrantes que hubiesen cometido un delito; ahora van más allá. Consideran que, mediante la reagrupación familiar, un inmigrante puede traerse a demasiadas personas, como si no estuviese sometido a requisitos este procedimiento. Lo que no dice el ministro del Interior es que para reagrupar es preciso demostrar que se tienen medios económicos y vivienda adecuada para acoger a cada uno de los familiares. Habla el Ministro de que el contingente de este año traerá a 32.079 nuevos inmigrantes; lo que no dice es que 20.000 de estas personas vendrán con permisos de temporada y por lo tanto retornarán a su país en cuanto termine su contrato temporal. Todo vale, sobre todo la hipocresía, para convencer a la sociedad española de que su principal problema es la inmigración, generando en consecuencia un rechazo del que algún día tendría que dar cuentas este Gobierno.

UGT considera que el Gobierno español ha tomado un modelo, el italiano y lo esta siguiendo paso a paso. Primero con la reforma laboral, aquí transformada en la reforma de la protección por desempleo, ahora con la reforma de la Ley de Extranjería. Resultan extraordinariamente reveladoras las declaraciones tanto de los ministros del Interior y Exteriores como del propio presidente del Gobierno. Declaraciones que identifican solidaridad con hipocresía, declaraciones que cuestionan la necesidad de ayudar al desarrollo de los países de origen.

Está clara la visión que este Gobierno tiene de los inmigrantes, la misma que tiene sobre los desempleados. Que sobran como ciudadanos, que sólo son útiles como mano de obra barata y que son culpables, en un caso por el hecho de ser extranjeros pobres y en otro por haberse quedado sin empleo

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